La inspiración me viene por momentos, ya sea en la cocina o delante del ordenador, y cuando llega no puedo parar. Eso me pasó el otro día con la pared en blanco de nuestro cuarto de estudio.

Gracias a la mudanza, encontré un calendario-collage que hice hace 2 años (¡cómo pasa el tiempo!). Me acuerdo que el día que lo hice tuve la misma sensación. Fue unos días antes de Reyes y no lo había planeado, así que me puse a “crear” aprovechando todo lo que encontré por casa: revistas, fotografías, cartulinas…Y en una tarde hice los 12 meses del calendario. Algunos me gustan más que otros, pero he de decir que no me quedó mal del todo para ser una improvisación 100% 😉

Collage de primavera
Collage Paris

Cuando veo el moodboard que hice para el curso de Hello Blogging  y este calendario, veo las similitudes entre ambos. Lo que hice aquel día de invierno fue plasmar todo lo que me gustaba en doce hojas: el verano, los colores, la naturaleza, la fotografía, París… Si nunca has hecho un moodboard te animo a hacerlo, cogiendo todo aquello que te gusta o te inspira y poniéndolo en un soporte físico (pared, papel…) o en el ordenador. Ya verás como cuando lo veas terminado vas a ver un trocito de ti. Mi consejo: hazlo sin pensar en el qué dirán, solo déjate llevar.

Aprovechando el calendario, decoré la pared del cuarto de estudio. Además, añadí algunas acuarelas, recortes de cartón pintado, fotografías…A lo mejor queda un poco recargado, pero conociéndome, seguro que le doy algunas vueltas más a la decoración.

Acuarela sushi
Acuarela paraguas con gotas

 

¿Para qué me ha servido este momento de inspiración?

Para organizarme. Las que somos multi-apasionadas tendemos a hacer mil cosas a la vez y gracias a este momento he conseguido organizarme tanto yo, como el cuarto de estudio: colgar un calendario, tener una libreta a mano y darle un toque personal, que aunque parezca una tontería es algo que ayuda a la hora de trabajar, sobre todo cuando te enfrentas a una “hoja en blanco”.

Libros y cajas de madera con piñas pintadas

Para planear nuevos DIY. Uno de ellos va a ser decorar esas cajas de madera tan bonitas que he conseguido y el otro restaurar el flexo de mi abuelo que ha pasado de mano en mano desde hace décadas.

Flexo vintage escritorio

 

Para encontrar la inspiración. Porque ahora, cada vez que vea para la pared, me acordaré de ese momento y me ayudará en esos días en los que no se me ocurre nada para el blog o no sé por donde empezar a escribir. Es mi pared-inspiradora! 🙂

Y tu, ¿cómo encuentras tu inspiración?

Rut

Bióloga y bloguera, soy la mitad de Esturirafi. En búsqueda de una vida más sostenible y saludable.

10 Comentarios

  1. pues me encanta como te ha quedado, justo hace un rato me he colgado un corcho en la pared , para hacer algo parecido, me ha venido genial tu entrada
    Saludos y buen fin de semana

  2. Yo también soy multi-apasionada, pero no me inspiro muy bien… Mi rincón de trabajar es un caos porque paso poco tiempo en casa y acaba siendo ese lugar donde dejo todo y que tengo que ordenar cada semana para que esté decente.
    Me ha gustado mucho ver el tuyo. A ver si me inspiro con ese muro tan bonito.
    Un abrazo,

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