“Si tú no pagas, siempre hay alguien que paga” La ropa no es barata, tiene un precio. Para que tu compres una camiseta por 4,99€, alguien al otro lado del mundo tiene que coserla, cobrando un salario que no le permite vivir dignamente y trabajando en condiciones que ningún occidental aceptaría.
Las trabajadoras que confeccionan nuestra ropa en Bangladeh están en huelga. Alrededor de 50.000 trabajadoras han abandonado sus puestos de trabajo exigiendo salarios más altos. Docenas de fábricas han cerrado después de una semana de protestas. Un trabajador de la confección en huelga ha muerto y otros 50 resultaron heridos después de que la policía disparara balas de goma y gases lacrimógenos a unos 5.000 manifestantes en Daka, la capital del país. Todo esto ha pasado en los últimos 10 días ¿Has leído esta noticia en algún medio de comunicación? ¿Visto alguna imagen en el telediario? Seguramente no, no interesa.
El coste de la moda rápida
¿Alguna vez has oído argumentos para defender el sistema de moda rápida (fast fashion)? Yo sí. Uno de los que más veces he oído ha sido: “-Están muy bien pagados, viven bien, mucho mejor que trabajando en el campo.” O este otro: “-Los sueldos son ridículos para un Europeo, pero para ellos es una fortuna.”
Esta es una forma fácil de afrontar el problema, la negación. Pero si investigamos un poco, descubrimos que estos argumentos no tienen base. Los salarios no son justos, las condiciones no son buenas y los trabajadores no están contentos ni agradecidos. ¿Por qué deberían estarlo?
¿Cuanto gana una trabajadora del sector textil en Bangladesh?
Los trabajadores del textil en Bangladeh son los peores pagados del mundo y la mayoría trabajaban más de 60 horas a la semana. El país aumentó, a partir de diciembre, el salario mínimo mensual para los trabajadores de la confección con salarios más bajos, en un 51% a 8.000 Taka, aproximadamente 84€.
Los trabajadores habían pedido duplicar esa cantidad. Los sastres con calificaciones salariales de nivel medio dijeron que su aumento fue insignificante y no reflejó el aumento de los costos de vida, especialmente en la vivienda. Han rechazado el aumento debido a que ni aún así consiguen vivir de una manera decente.
El año pasado, Bangladesh fue el segundo mayor exportador mundial de prendas de vestir después de China. A pesar de su papel en la transformación de una nación empobrecida en un importante centro de fabricación, los trabajadores de la confección siguen siendo algunos de los peor pagados del mundo.
Luchando por un salario digno
La lucha por un salario mensual de 16.000 taka, unos 167€, comenzó en diciembre de 2016, cuando 150.000 trabajadores en el cinturón industrial de Ashulia, una zona cercana a Daka, organizaron manifestaciones durante 10 días. El gobierno reprimió brutalmente el movimiento y supervisó el despido de al menos 1.600 trabajadores. Alrededor de 1.500 fueron acusados de varios delitos, entre ellos “incitar” a la agitación, “allanamiento”, “vandalismo” y “robo”. La mayoría de los atacantes fueron colocados en una lista negra, lo que les impide encontrar trabajo en la industria.
Pésimas condiciones
La industria también tiene un pobre historial de seguridad en el lugar de trabajo. El colapso del complejo de fábricas de ropa Rana Plaza en Savar causó la muerte de más de 1.130 personas en 2013, uno de los peores desastres industriales del mundo. Pero no ha sido el último. Los accidentes siguen ocurriendo. Al menos 84 trabajadores han muerto y 452 han resultado heridos en 94 accidentes en el sector industrial de Bangladesh desde la tragedia del Rana Plaza, según el Centro Americano para la Solidaridad Laboral Internacional.
Ahora que conoces la situación, está en tu mano decidir: cómo, cuanto y dónde comprar.
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Fuentes:
2 Comentarios
Hola me gustaria saber si venden camisetas de algodón orgánico, reciclado, poliéster y de cáñamo?
Gracias!
Hola Peterson,
No, no vendemos camisetas.
Un saludo!