¡Empieza el Carnaval! Puede que te preguntes,  por qué hemos incluido al carnaval en nuestra serie de posts sobre el consumo y consumismo, cuando es una fiesta genial y súper divertida.

Hemos incluido al carnaval porque del mismo modo que las celebraciones tipo: bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños... se nos está yendo de las manos ¿Dónde quedó aquel carnaval en el qué eran los propios niños y mayores los que se hacían sus disfraces con cosas de casa? ¿Porqué tantas prisas? ¿Todo perfecto y comprado? ¿Qué pasa con los residuos de las celebraciones? ¿Y el maquillaje?

 Desde aquí queremos romper una lanza por los disfraces hechos en casa con ropa vieja, hechos por los niños no por los padres.  

Cómo celebrábamos nosotras el carnaval

Cuando éramos niñas celebrábamos el carnaval en el colegio y nos hemos disfrazado de todo. Normalmente íbamos a casa de nuestra tía, que tenía colección de disfraces de hace mil años, aunque también nos disfrazábamos con lo que teníamos por casa: un traje antiguo de nuestro abuelo valía como disfraz de Charlot, unos pantalones rotos y una gorra e íbamos de «raperas», ropa negra para el disfraz de «viejecita»…

Teníamos dos celebraciones, la propia del colegio y la que hacíamos con nuestros vecinos de la zona. Para el colegio el disfraz siempre era más elaborado o algo en conjunto con el resto de la clase. El segundo pase, cuándo íbamos con nuestros vecinos, ahí nos poníamos cualquier cosa.

Otra tradición muy típica en el rural gallego era ir de casa en casa comiendo filloas y orejas de carnaval. Íbamos en grupo por las casas de los vecinos y la verdad es que nos poníamos las botas. Otra tradición era llevar harina y echársela a quien no estuviera disfrazado.

Fue una época genial que se fue perdiendo a medida que el rural se fue acercando más a la ciudad y los carnavales se fueron «organizando» en los ayuntamientos con fiestas para niños y demás. No me acuerdo cuándo dejamos de ir por las casas, creo que cuando tenía 10 u 11 años, pero son unos recuerdos maravillosos y da mucha pena que los niños de ahora no lo vivan así.

El impacto medioambiental del carnaval

El martes os hablábamos de la huella de carbono, de cómo calcularla…y el carnaval tiene su huella. Disfraces, maquillaje, celebraciones…todo tiene su impacto en el medioambiente.

1. Disfraces. 

Un disfraz hecho en casa con materiales reutilizados tendrá una huella ecológica muchísimo más baja que un disfraz comprado, eso es obvio. Además, la mayoría de estos disfraces comprados son hechos en países en dónde las condiciones laborales no son aceptables.  No es sostenible . Su precio no se corresponde con el coste de hacer la prenda, sino prueba a hacer tú un disfraz a mano: comprar la tela, confeccionarlo, etc.

Una idea más sostenible es apuntarse al intercambio de disfraces, en vez de comprar uno cada año puedes intercambiarlos con amigos y familiares ¡así tendrás muchísimas opciones!

2. Las celebraciones

En muchas ciudades las celebraciones de carnaval duran muchos días. Cuando sumas mucha gente y celebraciones el resultado es un montón de basura tirada por las calles. Sí, la basura luego la recogen los servicios de limpieza (a veces), pero no es la solución y además mucha acaba en las alcantarillas y luego en ríos y mares.  Nunca entenderé porqué hay gente que tira cosas al suelo. 

Creo que todas las ciudades y pueblos deberían ponerse serios con esto, apostar por materiales biodegradables como el papel o cartón o por los vasos de vidrio retornables (olvidarse de los vasos de plástico) y no sólo fomentar el reciclaje (que está muy bien) sino la reutilización y la reducción de residuos.

Os dejo este vídeo que me ha hecho mucha gracia. Como siempre,  creo que la clave no es no tirar los residuos sino NO generarlos.  

3. Maquillaje respetuoso con el medioambiente

El maquillaje en carnaval es casi indispensable y me acuerdo de esas ceras de carnaval que hacían que tu piel no transpirase y lo pasaba fatal…Ya no digamos lo que costaba luego quitarse esa pintura de la cara.

De pequeñas nos pasamos a unas pinturas en base acuosa de la marca Snazaroo, que aunque no son ecológicas si que respetan la piel, además iban acompañadas de un libro con ideas de maquillajes que utilizábamos todo el año.

Hemos encontrado una marca francesa llamada Namaki que tiene muy buena pinta (no patrocinado) y la verdad es que no he encontrado ninguno más…así que si conoces alguna marca de maquillaje de carnaval ecológico déjalo en comentarios!

En este informe de la OCU te dan algunos consejos para elegir el maquillaje de carnaval para niños.

4. Purpurina

La purpurina merece un apartado propio ya que últimamente hasta La Vecina Rubia se ha hecho eco de la noticia y nosotras como buenas «eco-influencers» 😁 no podíamos ser menos.

La purpurina o glitter está hecho de aluminio y tereftalato de polietileno (PET) y ya os hemos hablado en muchas ocasiones del problema de los microplásticos en el mar, como es el caso de cremas exfoliantes, pastas de dientes y otros cosméticos que los llevan en su composición.

purpurina dorada
Photo by Sharon McCutcheon on Unsplash

Estos microplásticos tardan muchísimos años en degradarse y entran en la cadena trófica (se lo comen los peces, tortugas, mamíferos marinos y animales más pequeños como el zooplancton), finalmente este plástico además de matar a muchos de estos animales, llega a nosotros cuando comemos pescado por ejemplo.

Te recomendamos este artículo de SModa: El lado oscuro de la purpurina: no todo brilla tanto como parece.

¿Te apuntas al carnaval sostenible?

Rut

Bióloga y bloguera, soy la mitad de Esturirafi. En búsqueda de una vida más sostenible y saludable.

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