Este post es un homenaje a nuestros abuelos, que les tocó vivir una época de guerra y hambre muy dura, sacrificándose por su familia. Muchos de ellos han muerto desgraciadamente a causa del COVID-19 por eso, ahora más que nunca, debemos recordarles por todo lo bueno que nos enseñaron.

Y os preguntaréis ¿qué tiene que ver esto con la Economía circular? El nombre Economía circular puede parecer muy lejano o echar para atrás a muchxs por la palabra Economía. Pero en realidad, la palabra Economía viene del griego oikos nemein que es la gestión de la casa.

Economía circular es lo que hacían nuestros abuelos y abuelas: cuidar todo lo que tenían, reparándolo y reutilizando hasta que ya quedaba totalmente inutilizable.

Debido a la época que les tocó vivir, apreciaban cada cosa que tenían y la cuidaban como oro en paño, por el gran sacrificio que hacían para poder comprarlo. Estaban mucho más en contacto con la naturaleza que nosotros.

Cada vez estamos más desconectados de la naturaleza

Aunque muchos de ellos no tuvieron la posibilidad de estudiar, sabían de dónde venían las cosas. Cómo se fabricaban, dónde, en qué época era mejor cultivar, podar, y un largo etcétera de cosas que les hacía conscientes cuántos recursos de la naturaleza eran necesarios para crear el objeto que compraban o para criar a una oveja con la que se alimentaban. Hoy en día, cada vez estamos más desconectados de la naturaleza, de nuestro entorno.  En general no sabemos de qué están hechos los productos que compramos y consumimos, ni cuántos recursos se han utilizado. 

Además, con la globalización, la producción se ha trasladado a otros países donde la mano de obra es más barata. Por lo que el precio es menor y acompañado mayoritariamente de una peor calidad y poca durabilidad. Como las cosas nos cuestan menos y podemos reemplazarlas por otras más nuevas a poco precio, no le damos valor.

etiqueta moda sostenibleAhora que os he puesto en antecedentes voy a dar la definición técnica de Economía circular:

Economía Circular
La economía circular es una estrategia que tiene por objetivo reducir tanto la entrada de los materiales vírgenes como la producción de desechos, cerrando los «bucles» o flujos económicos y ecológicos de los recursos.

¿Cómo se aplica la Economía Circular en la moda?

Ya la aplicaban nuestras abuelas y nuestras madres. Tenían poca ropa porque tenían pocos recursos, y porque las telas y elaboración eran más costosas. La mayoría se la hacían a medida ellas mismas (si sabían coser), o la costurera/modista del barrio. Sabían lo laborioso que era confeccionarla, siempre dejaban un margen generoso de tela por si se engordaba (poder sacar de los lados) o por si se crecía (poder sacar del bajo). Si se cansaban del largo de la prenda, metían hacia adentro y no solían cortar la tela, porque si después lo querían más largo podían volver a sacarlo.

Estas prendas solían pasar de madres a hijas, de hermanos a primos, etc… Hasta que ya no nos la podíamos poner y se usaba para trapos. Yo recuerdo haber llevado ropa de mi hermano mayor y de mi prima que también era mayor que yo.

El pasado mes de febrero estuve una charla de Ana Roquero, tintorera y autora del libro “Tintes y tintoreros de América” dentro de la Sustainable Fashion Week de Madrid, donde contó cosas históricas muy interesantes sobre tejidos y tintes.

Hasta prácticamente el siglo XX los colores vivos eran exclusivos de la nobleza, el pueblo llano llevaba colores apagados, debido a lo laborioso del teñido textil. Pero hoy en día, hasta en el peor de los entornos hay color.

Una anécdota que me pareció muy curiosa es que, en la antigüedad eran tan valiosos los tejidos, que cuando los reyes católicos derrotaron al rey Boabdil, allá por el siglo XV, le pidieron sus vestimentas.


Prendas de usar y tirar

Hoy en día es todo lo contrario. La mayoría de prendas que se fabrican acaban en la basura, por su mala calidad, pero también porque se ha devaluado su valor. Cuesta tan poco dinero comprar una prenda que si nos cansamos o tiene un pequeño desperfecto nos deshacemos de ella y compramos otra.  Son de usar y tirar.  No les damos una segunda oportunidad. No la intercambiamos, donamos o ni siquiera la llevamos a reciclar.

El 90% de las prendas que se desechan acaban en el vertedero. Lo que supone un desperdicio de 800.000 toneladas de materiales textiles cada año según la Asociación Ibérica de Reciclaje textil.

 Por eso es tan importante la economía circular , para aprovechar todos estos “residuos” y utilizarlos como materia prima. No me gusta la definición “residuo” porque creo que devalúa estos materiales. Preferiría llamarlos “excedentes”, “sobrantes” si hablamos de material que se usa en la fabricación.

Aún así tampoco me convence, me siguen pareciendo poco acertados porque en realidad no sobran, deberíamos contar con esos materiales desde el principio, desde su diseño hasta su confección. Cuando se diseña una prenda, se debería pensar que pasará en el futuro con esa prenda.

Una causa importante de que no se reciclen algunas prendas es la dificultad de separar los componentes. Por ejemplo, una cremallera, un botón, apliques. Separar estos elementos de las prendas es un trabajo laborioso, manual, que muchas empresas de reciclaje prefieren deshacerse antes de la prenda, que perder el tiempo descomponiéndola.

Aquí entra en acción el trabajo de los diseñadores.  Diseñar prendas fáciles de desmontar . Amit Kalra en su charla TED propone un tipo de ensamblaje para la ropa muy interesante fácil de desarticular. Se deberían invertir más esfuerzo y tiempo en buscar este tipo de soluciones.

Es muy difícil que las empresas, sobre todo las grandes, se adapten a la economía circular de la noche a la mañana, es algo gradual, sin pausa y teniéndolo como objetivo final.


Upcyclick | Stop Fast Fashion

Upcyclick, el proyecto que fundé a partir de los intercambios “De armario a armario”. Tiene como objetivo aprovechar todas las prendas que ya existen, darles valor. Empezó como una plataforma online para poner en contacto “fashion lovers” con “fashion makers” (costureras, diseñadoras, modistas) de la misma ciudad con el objetivo de actualizar y mejorar la ropa que tenemos en nuestro armario. Para no generar más residuos y disfrutar de prendas únicas. Conectar personas y generar comunidades que faciliten la customización o upcycling, potenciando el consumo colaborativo y de proximidad.

Una vez lanzada la plataforma nos dimos cuenta que también podíamos ayudar a empresas a aplicar la economía circular, teniendo así más impacto. Con las marcas boutike.es y Bruna hemos hecho una colección cápsula a partir de prendas de stock de diferentes colecciones. La idea es revalorizar prendas que acabarían devaluadas y reducir fabricación. Para Madame Dynamite, hemos hecho unas bolsas para sus zapatos a partir de unas bolsas de pan que habían quedado almacenadas en una fábrica textil y la etiqueta la hemos elaborado a partir de los sobrantes de piel de la fabricación.

Nuestra frase de cabecera es “No hay prenda más sostenible que la que ya existe”, frase de Yvon Chouinard, director de Patagonia.

Mariola Marcet. Fundadora de Upcyclick y “De armario a armario”

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2 Comentarios

  1. No hace falta pensar en nuestros abuelos, yo siempre he heredado mucha ropa, de hecho me gusta reutilizarla. Mis amigas y yo tenemos una tradición: cada temporada nos reunimos, pasamos un buen rato juntas, e intercambiamos ropa, aquella que igual no nos ponemos o ya no nos queda bien, es muy divertido.

    • Me alegra lo que cuentas! Yo también lo hago y por suerte hay mucha gente que lo hace y cada vez más! En el post no quería decir que fuera algo exclusivo de nuestros abuelos, si no que es algo que hemos heredado de ellos. Por un tiempo era algo que se veía raro e incluso algunos rechazaban, usar ropa de segunda mano, pudiendo comprarte ropa nueva, de tendencia y muy barata. En nuestro país la segunda mano, en general, no ha sido buen vista. Hoy en día la segunda mano se ha revalorizado y lo vemos como algo diferenciador, pero de forma positiva, también porque somos más conscientes de todo lo que hay detrás de la industria de la moda.

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