Comunidades de consumo, grupos de consumo ecológico, cooperativas de consumo… Sabemos que estás buscando la fórmula perfecta para que tu consumo tenga el menor impacto en el medioambiente, sea justo con los trabajadores y saludable.

Siempre que hablamos de la compra de alimentos sostenible decimos que ésta debe ser de proximidad, de temporada y a ser posible ecológica. Pues todo esto se cumple con las comunidades de consumo.

Hemos invitado a ¡La Colmena Que Dice Sí! para que nos cuenten  qué es, cómo funciona y cómo puedes participar en la comunidad de consumo. 

¿Qué es una comunidad de consumo?

Una comunidad de consumo está formada por diferentes familias o personas individuales que quieren comer local y de calidad, comprando directamente al productor. Para ello coinciden en un espacio de su barrio donde van a recoger su pedido semanal y a la vez comparten inquietudes, buenos consejos, recetas…, creando una auténtica relación vecinal alrededor de la comida.

Según los grupos de consumo hay diferentes grados de implicación:

  • Hay algunos en que las familias se implican desde su concepción, así que es una acción colectiva desde el inicio. Luego se dividen las tareas de gestión, contabilidad, elaboración de las cestas cada semana, etc. y se reúnen regularmente entorno a diferentes temas. En estos grupos la implicación es muy elevada; hay que disponer de tiempo y comprometerse. Y por otra parte, hay un número determinado de plazas disponibles, siendo siempre las mismas familias que participan, a no ser que una de ellas quiera irse y entra la de la lista de espera.
  • Luego hay otras clases de comunidades de consumo más flexibles, como por ejemplo las Colmenas. En este caso, la creación de la comunidad en el barrio es fruto de un acción individual de una persona que quiere acercar el consumo local a su barrio. Para ello se encarga de encontrar un espacio del barrio donde hacer las distribuciones, luego contacta con los productores para que participen en su Colmena y finalmente hace comunicación en el barrio para que los vecinos se registren. Y cuando la Colmena está abierta es esta persona quien se encarga de todas las tareas.

Gracias a ¡La Colmena Que Dice Sí!  las familias del barrio gozan de este planteamiento más como un servicio de compra local y de calidad , pero con el valor añadido de conocer a los productores y a otros vecinos del barrio, cuando van a buscar su pedido. Otra de las ventajas de las Colmenas es la flexibilidad, ya que no hace falta que compren cada semana.

No hay un número limitado de familias que se apuntan a la Colmena, de hecho cuantas más mejor, ya que al  no existir el compromiso de comprar cada semana , sino que se van turnando, es la suma de todas las compras colectivas por semana la que asegura las ventas al productor.


¿Qué beneficios tiene formar parte de una comunidad de consumo?

Las ventajas, aparte de conocer a vecinos del barrio con tus mismos intereses, son muchas:

  •  Obtienes productos locales o de proximidad . El hecho de proceder de productores de la zona significa que son productos frescos, recogidos el mismo día en que recoges tu pedido.
  • Además, comprando local a pequeños productores  se reduce el impacto ambiental asociado al transporte y a las formas de producción a gran escala . A la vez es una propuesta que lucha contra el despilfarro alimentario, el uso de los embalajes y los residuos.
  • Finalmente, este tipo de consumo  permite a los productores vivir dignamente  de su trabajo sin estar a expensas de los vaivenes del mercado. Así, ayudas a que el mundo rural de la región se mantenga vivo y refuerzas con tu acción de compra la economía local.
  • Otra ventaja es que  estás fomentando la venta directa, es decir, que los productos provengan directamente del productor, sin pasar por diferentes intermediarios . De esta manera se obtiene toda la información de la mano de los productores, que aseguran una transparencia y coherencia en su oferta para que los consumidores sepan siempre qué están comprando y cuál es su origen. Este contacto directo entre consumidores y productores establecen relaciones humanas de confianza.

¿Qué es ¡La Colmena que dice Sí!?

¡La Colmena Que Dice Sí! es una iniciativa de consumo local que conecta directamente a productores y a consumidores, gracias a la creación de comunidades de consumo llamadas Colmenas.

Comprar directamente al pequeño productor es la mejor forma de conseguir alimentos de calidad a un precio asequible, y a la vez recompensar el trabajo de los que los producen. Con este objetivo y gracias a las facilidades que aporta el mundo digital, la plataforma ¡La Colmena Que Dice Sí!, permite a los consumidores apuntarse a la Colmena o comunidad de consumo de su barrio para comer local y de calidad.

Primero hay que hacer el pedido online y luego recogerlo en la Colmena más cercana, donde se conocen a los productores y a las demás familias del barrio.

Cualquier persona puede crear su propia Colmena en el barrio con el doble objetivo de ofrecer alimentos locales y de calidad a las demás familias del barrio y a la vez apoyar la agricultura local. Además, crear una Colmena permite obtener un ingreso complementario.

Actualmente existen  55 Colmenas abiertas en toda España, y otras 20 en proceso de construcción, puedes encontrarlas, sobre todo,  en la comunidad de Madrid (36) y Cataluña (15). En Europa ya hay más de 1000 Colmenas abiertas.


¿Cómo puedo participar? ¿Como me uno a ¡La Colmena Que Dice Sí!? ¿Cómo puedo saber si tengo una Colmena cerca?

Para participar en ¡La Colmena Que Dice Sí! sólo tienes que ir al mapa de la web e indicar cuál es tu barrio. Allí te aparecerán las Colmenas más cercanas de tu casa, trabajo o colegio de tus hijos… Una vez encontrada la Colmena donde quieres participar, sólo tienes que registrarte de forma gratuita para ver los productos y productores y conocer los detalles del día y lugar donde recoger tus pedidos.

En cada Colmena, participan entre 15 y 25 productores y elaboradores locales que ponen a la venta más de 300 productos de calidad entre carne, embutidos artesanos, quesos de granja, gran variedad de frutas y verduras de temporada, pan de diversos cereales, lácteos, bebidas, repostería…

Con esta iniciativa se mezcla lo mejor de cada temporada y de la región. En Madrid hay productos autóctonos como la carne de las vacas avileñas, judías recuperadas de la sierra norte o aceite procedente de árboles recuperados de hace 200 años. En Cataluña destacan en verano las fresas del Masnou o los guisantes del Maresme de octubre a mayo. Y las demás ciudades con Colmenas, como Valladolid, León, Valencia, Bilbao, Granada o Sevilla, también ponen en valor sus propios productos locales.

Pero el denominador común en todas las Colmenas es que se combina a la perfección tradición e innovación. Muchos agricultores se esfuerzan por recuperar variedades antiguas de hortalizas, y también métodos artesanales para elaborar quesos de granja o pan al horno de leña y con masa madre. Pero otros apuestan por cultivar productos tan actuales como el kale, que encabeza la lista para los zumos saludables, o el ajo negro, ingrediente gourmet de los mejores chefs, pasando por los elaboradores de cervezas o mermeladas artesanas que se inspiran en la infinidad de sabores.


COMPROMISO RESIDUO CERO de  ¡LA COLMENA QUE DICE SÍ!

Como todas ya sabéis el plástico es un problema muy grave. Gracias a la campaña #DesnudaLaFruta a la que ya se han adherido grandes ONGs como Greenpeace o los «Plastic Attack» que se están haciendo en algunas ciudades europeas, el despilfarro que hacen de los plásticos en las grandes superficies se está haciendo viral.   ¡La Colmena Que Dice Sí! se compromete a luchar contra la contaminación por plásticos.

Las iniciativas de consumo local como las Colmenas tienen un impacto real en la reducción de residuos, gracias a las prácticas sostenibles de productores y consumidores.

LAS PRÁCTICAS RESIDUO CERO EN ¡LA COLMENA QUE DICE SÍ!

  1. Contra el despilfarro alimentario. En las Colmenas no hay despilfarro alimentario ya que recogen y entregan lo que han vendido en la web. Además, si les sobran productos o están ya maduros o próximos a la fecha de caducidad, regalan o bajan el precio de estos alimentos a sus consumidores para asegurar que no se tiran.
  2. La transparencia en toda la cadena y el diálogo entre productores, consumidores y responsables ha hecho que por ejemplo que algunos productores hayan dejado de utilizar envases de plástico.
  3. Reutilizar tarros de cristal y las hueveras.
  4. Fruta y verdura en cajas a retornar y uso de bolsas de papel
  5. Envases biodegradables, como en el caso del café.
  6. Con plástico ¡No es sostenible!

¿Ya conocías las comunidades de consumo? ¡Cuéntanos tu experiencia!

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Bióloga y bloguera, soy la mitad de Esturirafi. En búsqueda de una vida más sostenible y saludable.

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