Comer es algo que se suele hacer todos los días. Incluso varias veces. Resulta un pilar esencial para vivir. Al ser algo que repetimos tantas veces durante nuestra vida cualquier pequeño cambio a lo largo de los años supondrá una gran diferencia. Por eso es tan importante cocinar de forma saludable y sostenible.

Te voy a compartir los  5 consejos prácticos y que te pueden servir de inspiración para comer más sano y reduciendo tu huella ecológica. 

Sostenible es un término que cada vez se escucha más. Y en contextos muy diferentes. Movilidad, moda, finanzas, energía…

Por esto, antes de seguir te voy a compartir lo que yo entiendo por cocina sostenible.

¿Qué es cocinar de manera sostenible?

Parece lógico que comer alimentos libres de tóxicos es beneficioso para el planeta y para nuestra salud.

Hay muchos más aspectos que influyen para que la cocina sea un lugar sostenible. Quedarse solo en el impacto ecológico sería una visión limitada.

Para que sea sostenible el impacto social que genera ese producto debe ser algo a tener en cuenta.

¿Quién lo produce?
¿En qué condiciones?

Algo que también es importante es la economía. En cualquier empresa o familia los ingresos han de ser superiores a los gastos.

 Lo que comamos no solo debe de fomentar el empleo digno, sino que ha de estar ajustado a nuestra economía  (y como te contaré más adelante, una compra sostenible no tiene porque ser más cara).

Por lo que para contribuir a hacer tus comidas más sostenibles deberíamos considerar:

¿Qué impacto medioambiental tiene lo que compro?
¿Cuál es su impacto social?
¿Económicamente es viable?

Más adelante profundizaremos en estos aspectos con los consejos para que los puedas bajar a tierra.


¿Qué es cocinar de manera saludable?

La necesidad de llevar una alimentación sana es algo que está muy extendido.

Al igual que con la sostenibilidad, la cocina saludable tiene muchas interpretaciones.

Antes de compartirte mi definición, voy a decir lo que NO significa para mí:

  • Seguir una dieta.
  • Quedar con hambre.
  • Sufrir con la comida.
  • Pasar ganas de cosas.

Para mí, comer saludable, es una de las herramientas que tenemos para cuidar nuestra salud. Convirtiendo la comida es una fuente de salud, energía y placer.

“Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento”. — Hipócrates.

Esto que te puede resultar utópico. Es posible, tan solo es cuestión de empezar poco a poco a cambiar nuestros hábitos.

En mi caso conseguí eliminar alimentos nada saludables que me chiflaban y ahora no solo es que no los coma es que no tengo la necesidad de comerlos.

Si te preguntas cómo lo he logrado. En este artículo te comparto los consejos que mejor me han funcionado.


¿Cómo cocinar de forma saludable y sostenible?

1. Conecta con tu motivo

Es muy probable que este consejo lo pases por alto.

Sería lo más normal. No es muy atractivo. Te hace pararte a reflexionar.

Realmente, no apetece nada.

En cambio, te aseguro que es el más importante.

Si solo fueras a hacerme caso con un consejo. Haz este.

Tener clara tu intención es lo que te lleva a comer de una forma más saludable y sostenible sin esfuerzo.

Si te he convencido para que lo hagas. Te voy a proponer la forma que mejor me funciona:

  1. Resérvate 20 minutos en los que nadie te moleste.
  2. Toma un lápiz y un papel (si es reutilizado mejor).
  3. Con todo listo, responde a la siguiente pregunta: ¿Por qué quiero cocinar de forma sana y sostenible? No lo pienses mucho. Escribe lo que te venga a la cabeza.
  4. Ahora viene lo bonito. Sobre la respuesta que hayas escrito, vuelve a preguntarte:
  5. ¿Realmente, por qué quiero … (aquí iría tu respuesta)?
  6. Repite varias veces hasta que llegues a la esencia.

Puede que necesites hacerte la pregunta cuatro, cinco o diez veces. El número da igual. Lo importante es que el motivo sea sólido. Lo que realmente te mueve a cambiar.

Es normal que si es la primera vez que haces algo de este estilo te quedes en blanco o te bloquees. No importa. Escribe lo que te venga. Siempre podrás revisarlo más adelante.

Si después de hacer este ejercicio te quedan dudas, déjame un comentario y estaré encantado de poder ayudarte.

2. Utiliza más vegetales y menos animales

Seguro que no es la primera vez que escuchas esto. Pero viendo las estadísticas de consumo de carne considero necesario seguir diciéndolo.

A pesar de las evidencias científicas sobre los beneficios de una dieta con más vegetales, el consumo sigue estando muy por encima de lo recomendado.

Según la Universidad de Washington la alimentación fue la responsable de 11 millones de muertes en 2019. Casi 3 millones más de fallecimientos que los atribuibles al consumo de tabaco.

Y es que  el abuso de carne roja no solo tiene un impacto en nuestra salud, sino que también afecta al planeta: 

  • Gran consumo de agua. Por ejemplo, 1 Kg de carne de vaca necesita 15.000 litros de agua. Y aunque la mayoría de esa agua sea verde (agua de lluvia almacenada en el suelo), se podría usar para otro tipo de alimentos.
  • Deforestación para producir pasto para el ganado. Cuando viajes por carretera fíjate en lo que se cultiva en los campos. ¿Es alimento para personas? ¿Es para combustible? ¿Tal vez para el ganado?
  • Emisiones de gases de efecto invernadero. En España, según el MITECO suponen el 7,8 % de las emisiones totales.

En este vídeo puedes ver más datos sobre el consumo de carne.

Al principio puede parecer muy complicado pasar un día sin carne. En cambio, estoy seguro de que ya sabes muchas recetas sin animales.

Tampoco es necesario eliminarlos al 100 %, reducir su consumo es una muy buena opción.

Si optas por reducir, fijar un día sin carne creo que es la mejor opción. Si quieres saber más sobre este concepto. Existe un movimiento llamado: “Lunes sin carne”.

3. Utiliza ingredientes locales, de temporada y de producción ecológica

El inicio de la agricultura ha modificado nuestro estilo de vida.

Hemos pasado de ser nómadas a vivir en lugares fijos.

Aunque para ti y para mí la agricultura siempre ha existido. En la historia del ser humano es algo residual (2.500.000 millones frente a 10.000 años).

Cuando vivíamos como cazadores-recolectores, usábamos los alimentos que nos rodeaban.

En cada lugar, lo que hubiera.

No te sabría decir si nosotros nos adaptábamos o el entorno se adaptaba a nosotros. En cualquier caso, sin esta adaptación, no hubiéramos llegado a este punto.

Hoy en día las cosas son muy distintas. El reto no es conseguir alimento. Es saber diferenciar lo que es local, de temporada y cultivado de manera natural.

En cualquier momento tenemos acceso a todo. Esto nos desconecta de nuestros ritmos naturales y necesidades vitales.

 

Más allá de volver a conectar con la naturaleza.  Comprar productos locales fomenta la economía local. Lo que aumenta la resiliencia de la comunidad en la que vivimos. 

Y algo también muy interesantes es que al haber menos intermediarios y menos gastos de recursos, lo local en general es más barato.

Si quieres empezar a conectar con los ritmos de la naturaleza te propongo:

  • Observa tu entorno. ¿Qué ves en los árboles y en las huertas?
  • Busca tiendas locales en tu entorno.
  • Pregunta en tu tienda cuales son los productos de temporada.

4. No abuses de los precocinados y ultraprocesados

El abuso de los alimentos ultraprocesados tiene un impacto negativo en nuestra salud y el medioambiente.

En general estos alimentos suelen contener niveles de grasas, sal y azúcar que consumidos de manera regular perjudican nuestra salud.

Da igual que sean vegetales o animales.

La manera en la que son comercializados conlleva el uso de envases que en productos naturales y menos procesados son fáciles de evitar.

Por este motivo si compras alimentos reales, será más fácil poder comprar a granel reutilizando tus envases. De esta forma consigues reducir tus residuos.

El comprar alimentos pocos procesados hará que tus compras sean más rápidas y saludables.

Yo antes me pasaba un buen rato mirando las etiquetas en busca de ingredientes perjudiciales. Ahora solo me fijo en la procedencia.

Para evitar comer estos productos el mejor truco es algo muy sencillo: no los compres.

Cuando estas haciendo la compra es más fácil evitarlos que cuando estas con hambre y en el armario está ese producto que tanto te gusta.

Si no quieres quitarlo por completo. Ponte límites y cúmplelos. Por ejemplo: voy a comprar una tableta de chocolate al mes.

5. Organiza tu cocina para que cocinar sea más fácil

Si reduces los alimentos precocinados, la comida a domicilio y no comes de restaurante, cocinar será una actividad que deberás hacer.

Tal vez ya disfrutes cocinando. Pero si no lo haces. Intenta buscar la forma en la que podrías hacerlo.

En mi caso, y volviendo al primer consejo, solo necesito recordar mi motivo. Es lo que mejor me funciona en los momentos en los que estoy cansado o sin ganas de cocinar.

Para que cocinar sea placentero y no nos lleve mucho tiempo necesitamos yo tengo en cuenta algunas cosas.

Disponer de los utensilios necesarios es el primer paso.

Ni más, ni menos.

Cada uno tendrá que encontrar su equilibrio. Con menos cosas será más fácil tener la cocina organizada y nos suele gustar entrar en los sitios ordenados.

Tener lo necesario nos permite priorizar la calidad. A veces nos dejamos llevar por el precio bajo y no consideramos los materiales, fabricación o durabilidad. Cosas claves para la sostenibilidad.

Optar por pocos utensilios, pero de calidad nos dará una cocina más ordenada y que nos facilite cocinar de manera sana y sostenible.

Sobre los materiales en general conviene evitar los materiales con antiadherentes como el teflón o que los alimentos calientes estén en contacto con plástico.

El vidrio, acero inoxidable, el hierro o la silicona son mis materiales recomendados.

Recuerda la siguiente frase: Lo simple es lo que mejor funciona.

No te compliques con recetas imposibles. Crea tu propio recetario con platos que te lleven poco tiempo para cada temporada.

Algo que pienso cuando no puedo cocinar y las alternativas que existen son muy poco saludables/sostenibles es que tenemos la capacidad de ayunar.

Hay muchos estudios sobre los beneficios del ayuno por lo que no comer nada en ocasiones puede ser la mejor opción para nuestro objetivo sano y sostenible.


¿Compensa cambiar nuestros hábitos para cocinar de una manera saludable y sostenible?

Cambiar nuestros hábitos no es algo fácil. Es como intentar parar un tren en marcha.

La inercia es muy grande.

Son muchos años repitiendo lo mismo y salir de ahí requiere compromiso.

Permítete probarlo, equivocarte, aprender y volver a empezar.

Porque si no eres tú la que hace por tu salud y entorno, no sería lógico esperar que otros lo hagan.

Da igual dónde te encuentres. Siempre hay la posibilidad de dar un pequeño paso que te haga mejorar y ser mejor persona.

Espero que estos 5 consejos te hayan inspirado para ayudarte a cocinar de una manera más saludable y sostenible. Estoy seguro de que tú también podrías contribuir aportando tu experiencia y entre todos avanzar. ¿Me compartes tus consejos? Te leo en los comentarios.

Nacho – Inteligencia Eco

Puedes seguirlo en: Web – InstagramYouTube

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