¿Quién no se ha tomado un refresco con pajita? Sobre todo en verano es muy común que en cafeterías, discotecas, restaurantes… nos sirvan los refrescos con pajita. Hoy os vamos a contar los problemas medioambientales que producen gracias a la iniciativa “Mejor sin pajita”.
Mejor sin pajita nace de “Mejor sin pitillo“, una campaña de La Ciudad Verde (Colombia) que busca que los restaurantes eliminen el uso de pajitas. La hemos conocido gracias a Mariana del blog Cualquier cosita es cariño. En España es coordinado por Reina y Fer del blog Vivir sin Plástico! 😉 Según la RAE una “pajita” es un “tubo delgado, generalmente de plástico, que se utiliza para sorber refrescos u otros líquidos.” También conocida como: absorbente (Cuba); bombilla (Argentina, Chile, Bolivia); calimete (República Dominicana); cañita, pitillo (Colombia, Venezuela); cañita, sorbete (Perú); carrizo (Panamá); pajita (Argentina, Paraguay, Uruguay, y España); popote (México, del náhuatl popotl = paja); sorbete (Argentina, Ecuador); sorbeto (Puerto Rico).
El problema de las pajitas…
Una de las características más importantes de las pajitas es que son efímeras, las usamos unos minutos pero van a estar en la naturaleza cientos de años.
Como muchos residuos de plástico, las pajitas pueden acabar en el mar, causando graves problemas a la fauna marina, como a esta tortuga en un vídeo que se hizo viral hace un tiempo. Cuando poco a poco se degradan las pequeñas partículas de plástico pasan a formar parte de la “cadena trófica”, es decir, los animales las comen y al final acaban en nuestro organismo cuando comemos pescado.
Existen las pajitas ecológicas, reutilizables y sostenibles. Fabricadas en materiales como el acero inoxidable, el banbú, silicona, vidrio….
Ahora ya sabes, la próxima vez que hagas un batido veraniego…¡mejor sin pajita! Y si tienes un negocio de restauración ¡únete a la campaña! Y sé uno de los primeros en España en no usar pajitas!