Deborah nació en A Coruña, estudió Química y empezó a escribir poesía desde muy joven (es autora del poemario Megalomanía), además es autora de los libros Todo es cuestión de química (2016) y Que se van las vitaminas (2018). Ganadora de premios de divulgación científica como el Premio Tesla en 2016, Premio Prismas 2017, Premio Ciencia Jot Down 2017 y Premio Bitácoras al mejor blog de ciencia 2014.
Ahora está realizando el Doctorado en Química en la Universidad de A Coruña sobre Divulgación científica a través de la relación entre la ciencia y el arte contemporáneo. En el campo de la divulgación es redactora de contenidos científicos y colaboradora de diversos medios de comunicación.
El trabajo de Deborah es muy necesario, hacen falta más divulgadoras científicas, que conecten el mundo de la investigación con la calle. ¿Porqué? Pues para evitar estadísticas como estas: el 46% de los españoles no conocen el nombre de ningún científico relevante o que sólo un 22% tienen un conocimiento alto de ciencia (respecto al 50% de daneses y holandeses).
¡Os dejamos con Deborah!
Entrevista a Deborah García bello, divulgadora científica
Ciencia y divulgación deberían ir siempre unidos ¿Qué crees que falta en el mundo científico para dar el salto a una divulgación más profesionalizada?
No tengo tan claro que el científico sea la persona que debe encargarse del trabajo del divulgador científico. A un investigador se le forma para ser investigador, empezando por el doctorado, no para ser divulgador. Aunque algunos divulgan, con mayor o menor éxito, no es una tarea que les sea requerida.
Necesitamos saber de ciencia, saber dónde y cómo buscar, saber interpretar los estudios científicos, y tenemos que saber comunicar.
Apenas existe formación específica para quien se quiera dedicar a la divulgación científica. Por el momento es una profesión que desempeñamos científicos y periodistas, utilizando los conocimientos y las herramientas de unos y otros. Necesitamos saber de ciencia, saber dónde y cómo buscar, saber interpretar los estudios científicos, y tenemos que saber comunicar. Esto implica que debemos ser buenos redactores y buenos oradores. Son cualidades difíciles de encontrar en una sola persona.
Algunos nos hemos profesionalizado, es decir, nuestro trabajo es la divulgación científica y es de lo que vivimos. Es una profesión relativamente nueva, así que es común encontrarse con quien la desconoce y con quien la tilda, por ignorancia, de afición. Es cuestión de tiempo que esta profesión se haga más conocida. Por el momento ya hay centros de investigación, universidades, medios de comunicación, etc. que apuestan por incorporar la figura del divulgador en su plantilla. Es una apuesta ganadora.
En tu blog Dimetilsulfuro desmontas muchos mitos ¿Cuál es la consulta más curiosa que te han hecho?
Sobre todo relacionadas con supuestos remedios naturales . Me he encontrado con pócimas y mejunjes de los que no había oído hablar, como tratarse el acné con mascarillas hechas a base yogur, cebolla y miel. Que ya adelanto que no solo no funciona, sino que puede agravar el problema.
También me han preguntado muchas dudas sobre alimentación, sobre todo referidas a propiedades y a métodos de preparación. Como por ejemplo si es bueno comerse los grelos crudos para que no pierdan la vitamina C. Primero, no busquemos vitamina C en los grelos, y segundo, los grelos hay que cocinarlos para comerlos. No solo por salud, sino porque comer, ante todo, ha de ser placentero.
En el “mundo sostenible” suele haber una aversión a todo lo “químico” o “sintético” y mucha simpatía por la palabra “natural” ¿Qué opinas de esto? ¿Está lo químico tan alejado de lo natural como muchos piensan?
El lenguaje modela nuestro pensamiento y viceversa. Es una lástima que la palabra “química” se haya pervertido. La asociamos a catástrofes, a sustancias tóxicas, etc. La realidad es que “químico” y “natural” no son antónimos . La química es la ciencia que estudia de qué están hechas las cosas y cómo cambian. Es decir, es una ciencia que precisamente estudia los fenómenos naturales.
Hay mucho desconocimiento sobre qué diferencias hay entre los compuestos naturales y los de síntesis, precisamente porque se ignora lo más básico de la química.
Por otro lado, hay mucho desconocimiento sobre qué diferencias hay entre los compuestos naturales y los de síntesis, precisamente porque se ignora lo más básico de la química. Hay mucha incultura al respecto.
Por poner un ejemplo: el compuesto de calcio que contiene la leche de forma natural, y el que le añadimos, de origen sintético, son exactamente iguales. Están formados por los mismos átomos, y estos ocupan las mismas posiciones. El calcio que encontramos en la leche en su día estuvo alojado en la tierra y, de hecho, volverá a estarlo. Da igual dónde lo encontremos.
Existe mucha información contradictoria en el mundo de los cosméticos ¿Los cosméticos tradicionales son tan malos como los pintan?
Los cosméticos tradicionales no son malos. Si fueran malos estaría prohibido comercializarlos . Lo que sí ocurre con algunos cosméticos tradicionales es que se han quedado obsoletos. Por ejemplo, las cremas solares que usábamos hace 20 o 30 años, hoy nos resultan poco cosméticas, más densas y de difícil aplicación. Resecan la piel, no aguantan el baño, etc. Con las cremas hidratantes pasa lo mismo. Antes se utilizaban formulas más untosas que no dejan respirar la piel y que producen brillos.
El progreso científico también afecta al mundo de la cosmética y hemos avanzado mucho. Los cosméticos más punteros cuentan con la tecnología más moderna, con los mejores principios activos, con formulaciones más específicas para todo tipo de pieles y con métodos de fabricación más sostenibles y respetuosos con el medioambiente.
Somos muy fans de tu canal de Youtube. ¿Cuál es el vídeo que tenías más ganas de hacer?
Tengo ganas de hacer todos los vídeos que hago, de lo contrario no los haría. En cuanto un tema me parece interesante, me divierte, o me indigna, tengo ganas de contarlo. Igual que se lo contaría a mis colegas, se lo cuento a los deborianos.
Los vídeos en los que más me desato son los que tienen que ver con desmontar algún mito, ya sea de alimentación, de cosmética, de salud. También son los que acaban teniendo mejor acogida.
Hay mucha belleza en el mundo y es muy bonito apreciarla desde el prisma característico de la ciencia.
En tu primer libro “Todo es cuestión de química” explicas de forma sencilla y cercana temas complicados ¿Cuál fue tu motivación principal para escribirlo?
Señalar la belleza. Hay mucha belleza en el mundo y es muy bonito apreciarla desde el prisma característico de la ciencia. La química es una forma más de describir la realidad. Es una forma elegante, ordenada y muy poética. Quería compartir eso con el mundo.
El origen del libro fue una llamada de la editorial Planeta. Les gustó mi forma de escribir y los temas que trataba en el blog. Me dieron vía libre para escribir sobre exactamente lo que me parecía importante contar. Es una gozada trabajar con ellos.
Has sido profesora de ciencias en Secundaria, Bachillerato y Ciclos formativos durante 8 años ¿Cómo veían tus alumnos lo de tener una profe bloguera y youtuber?
El blog lo empecé, en parte, como una extensión de mi trabajo como profesora. Animaba a mis alumnos a escribir artículos divulgativos sobre temas que tratábamos en clase. Tengo la convicción de que cuando sabes divulgar algo es porque lo conoces con suficiente profundidad.
Con el tiempo, mi trabajo de divulgadora comenzó a ocupar más y más tiempo, hasta que tuve que decidir qué camino tomar. Tomé el camino de la divulgación. Con él vinieron los libros y también nació mi canal de youtube. Así que realmente estuve poco tiempo compaginando la docencia con la divulgación. Eso sí, el tiempo que estuve haciéndolo todo a la vez, para mí fue muy estresante, y para mis alumnos era algo que fomentaba su curiosidad. Su profe salía por tele y en los periódicos, eso les hacía mucha gracia.
Para terminar, Nos gustaría felicitarte por la publicación de tu segundo libro. Nos encanta el título: “¡Que se le van las vitaminas!: Mitos y secretos que solo la ciencia puede resolver” ¿Nos puedes decir de qué trata?
Hace unos días le dije a un amigo que lee muchísimo que “¡Que se le van las vitaminas!” es un libro costumbrista y contemporáneo. En él aparecen mitos que para la mayoría han sido creencias bien asentadas. Hay de todo. Alimentación, cosmética, medicina, salud. Todos ellos van precedidos de historias con las que es muy fácil identificarse. Desde mi abuela apurándome para que me tomase el zumo de naranja, al amigo que se preocupa por las estelas que dejan los aviones en el cielo, a la primera vez que me vacunaron contra la meningitis, al conocido que se curó usando homeopatía.
Es fundamental entender cómo se hace un ensayo clínico, qué es el efecto placebo o cómo funcionan las vacunas. Cuando entendemos ciertas cosas, muchos mitos caen por su propio peso.
Todas estas historias sirven para entender el origen de estos mitos y para prevenirnos de otros tantos. Es fundamental entender cómo se hace un ensayo clínico, qué es el efecto placebo o cómo funcionan las vacunas. Cuando entendemos ciertas cosas, muchos mitos caen por su propio peso. No sólo los veintitantos mitos que trato en el libro, sino muchos otros que se cruzarán en nuestro camino.
La gente que ya se ha leído el libro me dice que la sensación que les queda es precisamente la que yo pretendía. Me dicen que viven más tranquilos. No hay tantas conspiraciones y monstruos por ahí fuera, y los que hay, los ven venir de lejos.
¡Muchas gracias Deborah por contestar a nuestras preguntas ! Tus respuestas han sido geniales. Nos ha encantado colaborar contigo.
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4 Comentarios
Hola chicas,
Creo que es una equivocación promover a una persona que demoniza terapias y alternativas en las que no cree, sin haberlas probado, y que habla como si tuviera la verdad absoluta, con los escasos conocimientos que tiene, por lo que he visto. Hoy en día un título universitario es garantía de poco, y ella lo demuestra con creces; esta mujer no está al día de lo que está ya demostrado, ni se acerca. Impulsemos el escepticismo, pero no la ignorancia ni la falta de curiosidad científica. Cualquier buscador, investigador, científico… que se precie prueba, contrasta, verifica, no se cierra en banda, pues eso le conviertiría en un fundamentalista. Para acabar, me parece una desgracia que (en general, no en vuestro blog) se divulgue más la opinión de personas aficionadas a lo mediático y que no son conscientes de lo que están haciendo al proyectar sus propias aversiones (que, sin excepción, obedecen a miedos personales inconscientes), con falta de educación y estilo, pues la palabra pseudociencia, que tan negativa connotación tiene, es una de sus preferidas, que la de personas más sabias y más interesadas en el progreso colectivo por el bien común. Creo que no seré la única de vuestros seguidores que se ha sentido decepcionada. Me encantaría saberlo.
Gracias!
Hola Magdalena,
Muchas gracias por tu comentario.
Respetamos tu opinión, pero no la compartimos. Nosotras creemos en la ciencia y en los estudios científicos serios en revistas de impacto. Respetamos todas las terapias naturales, alternativas…siempre y cuando no perjudiquen la salud de nadie.
Respecto a nuestros seguidores, has sido la única (por ahora) que nos ha escrito sobre el tema 😉
Un abrazo!
La verdad es que yo no comprendo cómo esta chica ha aceptado una entrevista en vuestro blog, porque suele ser una de las grandes defensoras de lo tradicional, al menos en cosmética (es lo que más he leído sobre ella), y trata lo ecológico como una patraña. Supongo que será por promocionar el libro o no se ha leído vuestro blog.
Con respecto al comentario anterior, sí me parece adecuado alguien que se posicione contra las terapias ‘alternativas’, pues es un tema serio y no se debería jugar con la salud. De hecho, en mi opinión, es el gran problema del mundo eco: querer ser más sostenible no tiene que ir unido a la pseudociencia.
Un saludo
Hola Ana,
Gracias por tu comentario. Nosotras respetamos todas las opiniones, tanto las que defienden la cosmética tradicional (basándose en estudios científicos) como las que defienden la ecológica. Por supuesto, nosotras somos más partidarias de la ecológica por su menor impacto en el medioambiente, pero entendemos las reflexiones de Deborah dice que “Los cosméticos tradicionales no son malos. Si fueran malos estaría prohibido comercializarlos”. Ahí nos metemos en un territorio en el que no somos expertas: “principio de precaución”, “límites de diferentes sustancias por la UE”…es algo que nos gustaría explorar.
Un saludo!