Esta semana se celebra en todo el mundo la Fashion Revolution Week, la revolución de la moda. Una semana para reflexionar sobre nuestra forma de consumir moda, revisar hábitos y trazar un plan para no caer en las garras de la moda rápida, fast fashion.
En el post de hoy tenemos el placer de entrevistar a Nereida J. Fuertes – Made in Good. Nereida es una diseñadora responsable, docente en una escuela de diseño, practicante de Yoga y este año coordina el equipo de educación de Fashion Revolution Spain.
Una entrevista muy completa que te hará reflexionar: ¿Qué es el slow design? ¿Cuál es la relación entre el yoga y el diseño lento? ¿Cómo empezar el cambio hacia la moda sostenible? ¿Puedo participar en la revolución de la moda?…. ¡Y mucho más!
¿Qué es el slow design o diseño lento? ¿Por qué es tan importante para el bienestar del medio ambiente?
El diseño lento es un cambio de paradigma dentro de esta disciplina, es la contraposición y alternativa al Fast-design. Este último término como tal, no se ha escuchado mucho, pero si hablamos de Fast-food o de Fast-fashion, seguro que suena más.El movimiento Slow nació en Italia con Carlo Petrini como abanderado de protesta y ante la apertura de una conocida cadena de comida rápida en el centro Roma. Pretendía reivindicar la tradición gastronómica del país y recuperar la buena cocina, los alimentos de la tierra y de temporada, la cocción a fuego lento y el encuentro humano de la sobremesa. Se quería poner en valor todo aquello que representa el “buen comer” que se estaba perdiendo. Se utilizó Slow-food por ser el término contrario al Fast-food y porque además aunaba todos los ingredientes principales para representar sus principios.
Poco a poco otras disciplinas como Citta-slow, Slow-education, Slow-design o Slow-fashion se fueron sumando al uso de este nombre, consiguiendo unificarlos a todos bajo un mismo paraguas. El movimiento Slow.
Slow-design
Concretamente hablando de Slow-design fue Alastair Fuad-Luke el primero en utilizar este término y en moda Kate Fletcher, en 2002 y 2007 respectivamente. Como sabéis, la industria de la moda es una de la más contaminantes del planeta , por el uso químicos, la contaminación de las aguas y por la cantidad de residuos que genera. Además de eso, socialmente tiene unas consecuencias tremendas. Por aportar un par de datos que nos sitúen en contexto:
Se necesitan aproximadamente 2700 litros de agua para hacer una camiseta; esta cantidad equivale a lo que bebe una persona durante tres años. El consumo de ropa produce 1,5 toneladas de CO2 por cada hogar al año, lo mismo que conducir 6000 coches.
Si bien el consumidor tiene un papel fundamental para cambiar esta situación, los otros agentes implicados y con una gran responsabilidad somos los diseñadores. Debemos cuestionar y redefinir la manera en la que diseñamos los objetos y las prendas, así como los mensajes que transmitimos a través de la publicidad y el tipo de diseño que generamos. Al fin y al cabo, el diseño es comunicación con poder de influencia y generador de deseos o de inspiración para un mundo mejor. Realmente está en nuestra conciencia, escoger las vías más adecuadas en las que invertir nuestra creatividad.
¿Yoga y diseño lento? En el método que has creado “Made in Good” unes estos dos mundos que en principio parecen no tener ninguna conexión… ¿Nos podrías contar más sobre el método MIG? ¿Qué te motivó a crearlo?
Investigando sobre el Slow Design, observé que para cambiar nuestros diseños y realizarlos de manera más respetuosa y más Slow, deberíamos transformar el propio origen de los mismos. Me refiero a los procesos creativos, el momento y la fórmula donde encontramos la inspiración y cuando surgen las ideas del diseño que llevaremos a cabo posteriormente. Si seguimos utilizando los mismos métodos creativos, llegaremos a soluciones bastantes parecidas.
Habitualmente se usan conocidas técnicas como el brainstorming, los mapas mentales o los moodboard. ¡Y son herramientas geniales! pero todas tienen algo en común, miran al exterior para inspirarse y la mayoría lo hacen estimulando la mente. Cuantas más ideas y más imágenes encontremos en menor tiempo, mejor.
¿Esto no parece muy en sintonía con un proceso Slow y calmado no?
Paralelamente yo era estudiante y practicante de Yoga, y descubrí como su filosofía casaba a la perfección con los principios del movimiento Slow. Pensé que podía conectarlos primeramente a un nivel teórico y después utilizar las herramientas del Yoga, encontrando un espacio de calma desde el que generar ideas creativas. La meditación resulta perfecta para ello, llevando nuestra mente a unas ondas cerebrales concretas y generando visualizaciones creativas desde ese estado, que yo llamo Slow Creativity .
Así es como llegué a investigar un método creativo que te conecta con tu interior, te devuelve a tu verdadera esencia y genera ideas desde un estado ampliado de conciencia. Ahora intento transmitirlo y enseñarlo a todo aquel que quiera experimentar y adaptarlo en su práctica creativa profesional.
Estoy segura que muchas de las que ahora están leyendo esta entrevista se preguntan ¿Cómo me paso a la moda slow? ¿Cómo rompo con la rueda del consumismo? Algún consejo…
El proceso es muy sencillo, aunque no es inmediato. Estamos tan acostumbrados a querer algo y tenerlo ya que pensamos que cambiar nuestros hábitos también se conseguirá de la noche a la mañana. Y es entonces cuando nos frustramos y abandonamos el objetivo.La clave es información para ser conscientes de lo que implica el consumo de Fast-fashion. A partir de ahí, buscar alternativas de consumo e ir incorporándolas a nuestro día a día.
No se puede cambiar todo nuestro armario en un mes ¡Eso sería bastante poco sostenible! Recordar que la prenda más sostenible, es la que ya existe . Pero si nos comprometemos en no volver a comprar en reducir nuestro consumo, no hacer más compras impulsivas, eliminar las tiendas Fast-fashion de nuestras compras habituales y apostar por pequeñas marcas locales y sostenibles o las tiendas vintage, poco a poco nuestro armario será cada vez más Slow.
Recomiendo hacer un análisis de lo que ya tenemos y si es posible, invertir una vez en la vida en una asesoría de imagen. Una vez que sabes que cosas te sientan bien, es mucho más fácil no caer en la tentación de las modas.
Construir un armario atemporal que nos represente y con el que nos sintamos muy cómodos es fundamental. Además si adquirimos prendas con una historia detrás, bien sea porque el diseñador nos cuenta su motivo de inspiración, porque la intercambiamos en una swap-party y su anterior dueña nos explica que se la puso en X situación o la compramos en un viaje inolvidable, será mucho más difícil que nos desprendamos de ella. La arreglaremos cuando se estropee, la regalaremos si ya no la queremos o la reciclaremos en última instancia.
Alargar la vida útil de los productos y convertirla en circular, es uno de los actos más revolucionarios que podemos hacer!
La campaña Fashion Revolution, surge el 24 de Abril de 2013, tras el terrible accidente del derrumbamiento del edificio en Rana Plaza en Dhacca Bangladesh donde murieron 1138 personas. Ya han pasado 5 años desde el accidente, nos gustaría saber tu opinión ¿Consideras que ha habido cambios positivos en el mundo de la moda? ¿Tal vez, un cambio de mentalidad?
Desde mi perspectiva, en occidente creo que si ha habido un cambio positivo. La tragedia de Bangladesh destapó la realidad del coste de nuestras prendas a 3€. Cada vez se apuesta más por la sostenibilidad y pequeñas marcas locales están consiguiendo hacerse un hueco.
Tengo una personalidad positiva y confío en que esto no sea una moda pasajera para callar conciencias, sino una verdadero cambio, una responsabilidad personal y social.
Desde Made in Good propusimos hace un año el directorio gratuito Slow Fashion en Aragón: DESDECLIPSANDO para dar visibilidad a las marcas y tiendas multimarca de nuestra comunidad, que ya estaban trabajando de manera sostenible. Este año hemos lanzado la segunda edición, con 11 nuevas incorporaciones y ninguna baja del año anterior. Considero que si esto está ocurriendo en un entorno local, es porque hay demanda y eso tiene implicaciones positivas a nivel medioambiental, local y social.
Sin embargo para las trabajadoras de fábricas como las de Bangladesh, estos avances no son suficientes. Muchas de las grandes empresas textiles que se comprometieron a compensar económicamente a las víctimas del derrumbamiento, aún no lo han hecho o sus aportaciones son realmente escasas. Tras el accidente la mayoría de las víctimas supervivientes quedaron invalidadas para trabajar y muchas de ellas con deudas contraídas por los tratamientos de cirugías y rehabilitaciones. Para las que siguen trabajando, las mejoras tras las protestas de sindicatos ha sido realmente mínima y aún muy insuficiente, ganando unos 50€ mensuales que suponen menos de un tercio de lo que necesitarían para poder vivir dignamente.
Cómo coordinadora del equipo de educación de Fashion Revolution Spain. ¿Cuál está siendo tu trabajo? ¿Cuáles son los objetivos?
Mi trabajo como coordinadora supone diferentes tareas, desde estar en contacto con la
coordinación nacional y con los equipos de educación de otros países, a coordinar los miembros de mi propio equipo y las diferentes áreas de actuación.
Una de nuestras funciones principales, es estar en comunicación directa con las escuelas y universidades de diseño para suministrar materiales educativos, ofrecer ayuda en la campaña Fashion Revolution Week, así como impartir charlas y talleres a lo largo del curso escolar.
También difundir el programa students ambassador, donde los propios estudiantes se alzan como embajadores de su escuela para liderar la campaña y generar diferentes eventos. Nuestro objetivo principal a corto-medio plazo es el desarrollar programas educativos a trasladar en los diferentes niveles educativos (primaria, secundaria y estudios superiores) en las diferentes comunidades de autónomas.
Queremos llevar la revolución de la moda a las aulas, porque creemos que educando a los futuros consumidores podremos cambiar el futuro de esta industria.
Hace unas pocas semanas celebramos un evento en la ESDA (Escuela Superior de Diseño de Aragón) dentro de la Aragón Fashion Week. Inauguramos una expo con algunas de las ilustraciones de los fanzines que Fashion Revolution UK ha editado y con textos que inciden en la problemática del fash-fashion y alternativas de consumo. También invitamos a una de sus ilustradoras, Rozalina Burkova a impartir una charla y realizamos un taller de reciclado textil y upcycling con dos voluntarias de Zaragoza, Pilar Bear y La Modateca. Queremos que esta exposición, que ha sido producida siguiendo criterios de sostenibilidad, gire por diferentes espacios y pueda servir como documentación e inspiración para sus visitantes. Así que aprovecho la coyuntura para ofrecerla de manera gratuita a todo aquel que nos haga una propuesta.
¿Cómo podemos participar en la Fashion Revolution?
Esta semana estamos en la semana de la revolución de la moda , y hay diferentes eventos repartidos por todo el mundo, que están publicados en la web oficial.Además de acudir a las diferentes actividades, se puede apoyar la campaña haciéndose un selfie con la ropa del revés, enseñado la etiqueta, preguntando #quienhizomiropa a la marca y compartiéndola en redes sociales. Para dar mayor visibilidad a la campaña es importante usar los hashtag #WhoMadeMyClothes y etiquetar a @fash_revspain.
Además de acompañarnos esta semana, para las personas más comprometidas buscamos voluntarios que formen parte activa de los diferentes equipos. Yo concretamente busco una pedagoga para el equipo de educación 😉 Y por último, lo más importante es practicar lo que reza la campaña: “Be curious. Find out. Do something.”
Dentro de la web hay recursos de descarga gratuita entre los que se encuentran todas las imágenes oficiales de la campaña para compartir y usar en los eventos, así como una guía para marcas y otra para consumidores con alternativas realistas. Para los que quieran tener datos más concretos, todos los años Fashion Revolution publica el índice de transparencia con la información que las marcas proveen acerca de su cadena de suministros.
Porque la realidad es que no sabemos lo suficiente sobre el impacto que nuestro consumo de moda tiene sobre las personas y el planeta. Desde Fashion Revolution intentamos conseguir una industria más limpia y más justa para todos, formulando a la pregunta ¿Quién hizo mi ropa?
Nereida J.Fuertes.
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